Como muchos ya sabréis, el BLW es un método de alimentación complementaria en el que se ofrecen alimentos sólidos adaptados a los bebés sin el paso previo por triturados, dejando que sean ellos quienes controlan y autorregulan su ingesta alimentaria (si quieres más información sobre el BLW, consulta este post de Instagram: https://www.instagram.com/p/Ck1LHG3LLit/?utm_source=ig_web_copy_link)
EL MAYOR TEMOR DE LOS PADRES
Uno de los mayores temores al comenzar con el BLW, es la posibilidad de que nuestro peque se atragante.
Es importante que entendáis que las arcadas son un reflejo natural que tiene el bebé para autoprotegerse del ahogamiento y que le ayuda a aprender a gestionar los alimentos en la boca. Por eso, las arcadas en los más peques no son un signo de alarma, sino de aprendizaje. Es importante dejar que sea él solo quien gestione los alimentos y no mostrarnos asustados ya que esto podría asustar al bebé y ser contraproducente.
Es importante saber diferenciar estas arcadas del ahogamiento. Este ultimo se produce cuando las vías respiratorias del bebé se obstruyen, dificultando su respiración. Este sí que es un signo claro de alarma y debemos aprender a detectarlo:
Dificultad para respirar con cambios en el tono de la piel que pueden ir de rojo a azul o grisáceo
El bebé no puede llorar
Hace sonidos agudos
Mirada de auxilio
Por último, si tu pregunta es si el hecho de que tu peque se alimente con sólidos aumenta la probabilidad de atragantamiento y asfixia, la respuesta es ROTUNDAMENTE NO. Y no lo digo yo, lo dicen una gran cantidad de estudios científicos que han demostrado que no existe ninguna diferencia (en este aspecto) entre la alimentación complementaria con sólidos y con triturados.
LO PRINCIPAL ES LA PREVENCIÓN: TAMAÑOS, TEXTURAS Y FORMAS
A pesar de que las probabilidades de asfixia no aumentan en el BLW, lo más importante para evitar y prevenir disgustos es ofrecer alimentos adaptados en tamaño, forma y textura y garantizar un entorno seguro (los peques deben estar sentados en un asiento con respaldo y siempre bajo supervisión).
La adaptación siempre se hará en función de las habilidades que tenga tu bebé en ese momento. Por ejemplo:
A los 6 meses generalmente los bebés están aprendiendo a desarrollar su coordinación entre ojos-mano-boca, por eso debemos darles alimentos lo suficientemente grandes para que los puedan coger con su puñito. Se suelen ofrecer en bastones de un par de dedos de grosor y que sobresalga por encima y por debajo del puño del bebé
A los 9 meses, seguramente, ya sabrá hacer la pinza con los dedos pulgar e índice, pudiendo coger trozos más pequeños de alimentos y llevándolos a la boca con más facilidad
La textura del alimento siempre debe ser aquella que nos permita aplastarlo entre nuestros dedos, ya que esta será, aproximadamente, la fuerza que tendrá el bebé con sus encías, lengua y paladar.
¿CUÁLES SON LOS ALIMENTOS CON MÁS RIESGO DE PRODUCIR ASFIXIA?
Es muy importante no perder de vista ciertos alimentos con unas características que los hacen especialmente arriesgados para nuestros peques:
Alimentos con tamaño pequeño
Forma redonda o esférica
Textura firme
Resbaladizos
Estas características hacen que los alimentos tengan el tamaño perfecto para obstruir las vías respiratorias de los peques y sean difíciles de expulsar o toser.
Algunos ejemplos pueden ser: los frutos secos enteros, las manzanas, las salchichas enteras o cortadas en forma de “monedas”, caramelos, palomitas, arándanos y (por fin llegamos a donde queríamos) ¡las uvas de Nochevieja!
UNA NOCHEVIEJA SIN “SORPRESAS”
Para reducir el riesgo de ahogamiento por estos alimentos, vamos a prepararlos de tal forma que anulemos las características que hemos nombrado anteriormente y que los hacen peligrosos.
Para ello, pelaremos y quitaremos las pepitas de las uvas de nuestros peques. Después , las cortaremos en cuartos longitudinales siempre y cuando hayan desarrollado la habilidad de cogerlas con sus deditos en forma de “pinza” (aproximadamente a los 9 meses).
Si tu bebé ya ha desarrollado la capacidad de morder y desgarrar los alimentos (aproximadamente a los 18 meses), puedes ofrecerlas en mitades longitudinales.
Si aún no han adquirido estas habilidades, será mejor que esperemos al próximo año para ofrecerle las tradicionales 12 uvas de nochevieja.
¡FELIZ AÑO NUEVO!
Carmen Fontalba Sancho
Dietista-Nutricionista
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