Popularmente, se piensa que las crisis de lactancia están asociadas con brotes de crecimiento de los bebés, asociando el aumento de la demanda de leche con una necesidad mayor de energía para crecer. Sin embargo, no hay ninguna evidencia de que esto sea así, es más, se cree que las crisis de lactancia están más asociadas con el crecimiento madurativo y aspectos emocionales del bebé.
Estas crisis de lactancia se dan en diferentes etapas de los primeros años de vida. Estas edades de aparición son orientativas ¡Vamos a hablar de algunas de estas crisis de lactancia!
CRISIS DE LAS 6-7 SEMANAS
Entorno al mes y medio de vida del bebé, el bebé aumenta su demanda de leche materna, se muestra más irritable y puede comenzar a tirar del pezón materno.
Hasta este momento, la producción de leche materna era mucho mayor a la que el bebé necesitaba, por tanto, el bebé no tenía que hacer ningún esfuerzo para conseguir la cantidad de leche que necesitaba. Alrededor de la 6ª semana, la producción de leche se ajusta exactamente a las necesidades del bebé, es decir, la madre no produce leche “de sobra”. Este ajuste hace que el bebé pueda necesitar un poco más de esfuerzo para conseguir la cantidad de leche que quiere, dando lugar a esta frustración e irritabilidad durante la toma.
Esta crisis puede durar alrededor de 1 semana. Si dura mucho más o si es muy pronunciada, sería conveniente consultar con un profesional que evalúe si la lactancia está siendo efectiva.
CRISIS DE LOS 3 MESES
¿En qué consiste la crisis de los 3 meses? La temida crisis de los 3 meses de la que todos los padres y madres hablan, está relacionada con un aumento en el índice de abandono de la lactancia materna.
Esta crisis suele ocurrir alrededor de las 12 semanas de edad y se caracteriza por un aumento en el llanto, la irritabilidad y la dificultad para dormir.
Durante los primeros meses de vida, los bebés suelen dormir la mayor parte del tiempo. Sin embargo, alrededor de los 3 meses, pueden empezar a experimentar cambios importantes en su desarrollo que pueden afectar su comportamiento y su sueño.
En relación con la lactancia materna, suele haber un aumento en la demanda del bebé y las tomas serán más cortas (ha aprendido a mamar de forma más productiva). El bebé puede mostrar irritabilidad durante la toma. Además, estas tomas serán más caóticas y se distraerá cuando está en el pecho ya que es más consciente de su entorno y muestra más curiosidad por lo que sucede a su alrededor.
CRISIS DEL AÑO
Muchos papis y mamis refieren un cambio en el comportamiento alimentario de su peque al pasar el primer cumpleaños: aumenta o se mantiene la demanda de leche materna, pero disminuye la ingesta de otros alimentos.
Esta crisis sí que está relacionada directamente con el crecimiento y desarrollo del bebé ya que disminuye su ritmo de crecimiento y necesita menos energía, disminuyendo su apetito. Además, tiene una mayor curiosidad y capacidad para hacer nuevas actividades, lo que desplaza su interés por la comida, que ya se ha hecho muy conocida para ellos tras 6 meses de alimentación complementaria.
Al mismo tiempo, las madres sienten una presión por parte de su entorno para abandonar la lactancia materna (“¿no es demasiado mayor para estar al pecho?”). Todo esto hace que esta etapa sea motivo de agobio y confusión de mamis, papis y bebés.
Para terminar, es importante recordar que las crisis de lactancia son fases temporales y que, por lo general, los bebés vuelven a su comportamiento normal después de unas semanas. Si estos periodos se alargan o te producen preocupación, no dudes en ponerte en manos de un profesional de la lactancia materna que te pueda acompañar y asesorar.
Carmen Fontalba Sancho
Dietista-Nutricionista Materno-Infantil
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