Las intolerancias alimentarias en la infancia pueden ser un gran desafío para los padres que buscan garantizar que sus hijos crezcan saludables y felices. En esta entrada, exploraremos qué son las intolerancias alimentarias, los síntomas que debes tener en cuenta, estrategias nutricionales efectivas y cómo un nutricionista puede ser tu aliado en el tratamiento de esta enfermedad.
¿Qué son las intolerancias alimentarias?
Las intolerancias alimentarias son respuestas adversas a ciertos componentes de los alimentos. Se diferencian de las alergias alimentarias en que estas involucran el sistema inmunológico. Las intolerancias, sin embargo, a menudo están relacionadas con la capacidad del cuerpo para digerir ciertos alimentos debido a la falta de enzimas específicos.
La intolerancias alimentarias pueden ser más frecuentes en la infancia debido a la inmadurez del sistema digestivo de los peques y a diversos procesos víricos o infecciosos que pueden alterar la permeabilidad intestinal.
Las intolerancias alimentarias más comunes en la infancia son a la lactosa, a la fructosa, a la sacarosa y la sensibilidad al gluten no celiaca, que no es exactamente una intolerancia, pero presenta síntomas parecidos y el tratamiento es similar.
Síntomas comunes de intolerancias alimentarias en niños:
Problemas gastrointestinales: dolor abdominal, hinchazón, diarrea o estreñimiento.
Cambios en el comportamiento: irritabilidad, fatiga y cambios en el estado de ánimo.
Problemas de piel: erupciones cutáneas, eczema o urticaria.
Problemas respiratorios: congestión nasal, tos persistente.
Tratamiento nutricional para niños con intolerancias alimentarias:
El tratamiento nutricional de las intolerancias alimentarias consta de 3 pasos que tienen como objetivo eliminar los síntomas molestos asociados a estas patologías y conseguir una dieta saludable, variada y equilibrada.
Estos 3 pasos son los siguientes:
1.Eliminación:
El primer paso crucial en el tratamiento de las intolerancias alimentarias es la eliminación completa de los alimentos que desencadenan los síntomas.
Es esencial asegurarse de que la eliminación sea completa y que se preste atención a los ingredientes ocultos en alimentos procesados. Además, se debe prestar atención a las posibles deficiencias nutricionales que podrían surgir debido a la restricción de ciertos alimentos.
2.Reintroducción:
Una vez que se ha establecido un período de eliminación exitoso y los síntomas han mejorado, se procede a la fase de reintroducción controlada de los alimentos eliminados. Esto se hace de manera gradual y bajo la supervisión de un profesional.
La reintroducción permite evaluar la tolerancia individual a cada alimento. Este proceso es clave para garantizar que la dieta sea lo más variada y equilibrada posible, evitando restricciones innecesarias.
3.Mantenimiento:
Una vez completadas las fases de eliminación y reintroducción, se pasa a la fase de mantenimiento, donde se diseña una dieta a largo plazo que sea sostenible y nutricionalmente completa.
Durante esta etapa, el enfoque se centra en diversificar la dieta mientras se evitan o limitan los alimentos que causan intolerancias.
Cómo puedo ayudarte como nutricionista:
Como nutricionista especializado en la infancia, estoy aquí para proporcionarte orientación y apoyo. Mi objetivo es trabajar contigo para garantizar que tu peque tenga una alimentación equilibrada y saludable, a la vez que aprende a gestionar sus intolerancias alimentarias. Para ello, trabajaremos diferentes aspectos de la alimentación:
Identificación de alimentos problemáticos: trabaja con un profesional de la salud para identificar los alimentos desencadenantes de los síntomas y ajustar la dieta de tu hijo en consecuencia.
Aporte de nutrientes: eliminar ciertos alimentos de la dieta puede suponer ciertas carencias nutricionales. Asegúrate de que la dieta de tu hijo sea equilibrada conociendo alternativas nutritivas y ricas en vitaminas y minerales.
Supervisión del crecimiento y desarrollo: los niños con intolerancias pueden tener dificultades para obtener suficientes nutrientes. Monitorea su crecimiento y desarrollo regularmente.
Educación Nutricional: aprended juntos sobre la condición de tu peque y a tomar decisiones alimentarias saludables, fomentando la autonomía y la conciencia alimentaria. Es importante que aprendáis a leer etiquetas, identifiquéis los alimentos que pueden ser problemáticos y sepáis cómo gestionar las comidas fuera de casa, los cumples de amigos, las excursiones etcétera.
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