Como ya sabéis, la leche materna es un tesoro para la salud y el bienestar de nuestros bebés. Contiene una combinación perfecta de nutrientes y anticuerpos que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y promover un crecimiento saludable.
Sin embargo, en ocasiones puede ser difícil conciliar la vida laboral y personal con la lactancia materna directa y es necesario extraer, conservar y ofrecer la leche materna en diferido. En esta entrada de blog, exploraremos los aspectos clave de la extracción, conservación y manipulación de la leche materna, brindándote toda la información que necesitas saber.
LA EXTRACCIÓN DE LECHE MATERNA:
La extracción de leche materna puede llevarse a cabo de diferentes maneras, como de forma manual o mediante el uso de un extractor de leche manual o eléctrico. Antes de comenzar, es importante lavarse las manos con agua y jabón.
Asegurarse de tener un ambiente relajado y cómodo puede ayudar a estimular la producción de oxitocina y, por tanto, la producción de leche. Otros trucos para aumentar el flujo de leche son: tomar una bebida caliente, observar fotos de tu bebé, hacer ejercicios de relajación o leer un libro o escuchar música agradable.
Si te resulta estresante ver que hay poca cantidad de leche en el extractor, cúbrelo con algún paño o papel de aluminio para no estar pendiente de la cantidad extraída. Esto puede ayudarte a estar más relajada y, por tanto, a aumentar tu producción.
LA CONSERVACIÓN DE LA LECHE MATERNA:
La leche materna puede conservarse de manera segura para su uso posterior. Aquí hay algunas pautas importantes a tener en cuenta:
1. Recipiente de almacenamiento: puedes utilizar recipientes de diferentes materiales: de cristal (borosilicato), plástico aptos para alimentos (libres de bisfenol A) o de acero (menos recomendados) preferiblemente diseñados para la conservación de leche materna. Asegúrate de etiquetar los recipientes con la fecha y hora de extracción.
2. Tiempo y temperatura de conservación: a continuación, os dejamos una tabla donde se representa el tiempo óptimo de conservación de leche materna a diferentes temperaturas:
MANIPULACIÓN ADECUADA DE LA LECHE MATERNA:
La manipulación adecuada de la leche materna es esencial para mantener su calidad y seguridad. Aquí hay algunos consejos importantes:
En primer lugar, es importante mantener la higiene de manos, superficies y utensilios que vayan a estar en contacto con la leche materna.
Para descongelar la leche materna, puedes hacerlo al baño maría (temperatura máxima de 40ºC), puedes colocarla bajo agua tibia corriente o descongelarla en la nevera (esta última es la mejor opción).
Evita descongelarla en el microondas, ya que esto puede provocar la formación de puntos calientes, dañando los nutrientes y aumentando el riesgo de producir quemaduras cuando se lo ofrezcas al bebé.
Una vez descongelada, puedes almacenarla durante 24h en refrigeración o durante 2h a temperatura ambiente.
Para ofrecerla al bebé, no es necesario que calientes la leche materna, simplemente atempérala entre tus manos o bajo el grifo de agua tibia.
En definitiva, la extracción, conservación y manipulación adecuada de la leche materna son prácticas importantes para muchas madres lactantes. Al seguir las pautas adecuadas, puedes asegurarte de que tu bebé reciba todos los beneficios de la leche materna incluso cuando no estés presente.
Recuerda, siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud o un asesor de lactancia para obtener orientación personalizada y resolver cualquier duda o inquietud específica que puedas tener. La leche materna es un regalo preciado y tu dedicación a su cuidado es imprescindible para el bienestar de tu bebé.
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