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MASTITIS Y OTRAS PATOLOGÍAS DE LA MAMA

Ya hemos hablado en otro artículo acerca de los innumerables beneficios de la lactancia materna, tanto para las mamis como para los peques. Sin embargo, algunas mujeres pueden experimentar problemas con sus mamas durante la lactancia: dolor, hinchazón, rojeces… Las patologías mamarias más comunes incluyen la ingurgitación, la obstrucción, la mastitis y la perla de leche.


En este artículo, hablaremos de todas ellas y de algunos consejos para su tratamiento, pero recordad que es importante acudir a un profesional que nos pueda asesorar de forma personalizada si tenemos algunos de estos síntomas.


1. INGURGITACIÓN


La ingurgitación mamaria es una afección que se produce cuando los senos están demasiado llenos y se acompaña de una sensación molesta de plenitud. Los senos están duros, aparece el dolor en ambos pechos, la hinchazón y la sensibilidad. Puede llegar a producir febrícula en la madre. El bebé encontrará dificultad para agarrarse al pecho y obtener un correcto flujo de leche materna por el exceso de dureza de los senos.



Ingurgitación mamaria


La mejor forma de prevenir esta ingurgitación es amamantando frecuentemente y vaciando correctamente los senos en cada toma.


El tratamiento comienza por aliviar el dolor materno. Aplicar calor seco antes de la toma y frío al acabar suele funcionar. También podemos recurrir a los analgésicos como el ibuprofeno si el dolor es persistente. También es muy importante asegurar una buena técnica de lactancia: buen agarre, succión, deglución y postura y posición correctas. Esto asegura que la lactancia sea más eficiente y que el bebé sea capaz de vaciar el pecho de la madre.


2. OBSTRUCCIÓN


La obstrucción mamaria consiste en una zona localizada en uno de los pechos que produce dolor. Suele aparecer como un bulto palpable doloroso y con enrojecimiento del área afectada en uno de los pechos. No suele acompañarse de otros síntomas generales como fiebre o cansancio, pero si no se trata correctamente, puede convertirse en una mastitis.


El mejor tratamiento para la obstrucción es la lactancia frecuente y efectiva de la mama afectada. Si la lactancia no es lo suficientemente frecuente o efectiva, se deberá recurrir a un sacaleches. Por último, es importante, de nuevo, tratar el dolor materno aplicando frío/calor y recurriendo a los antiinflamatorios si fuese necesario.


3. MASTITIS


La mastitis es una inflamación del tejido mamario que puede ocurrir como consecuencia de una obstrucción que ha ido empeorando. Los síntomas que aparecen son el dolor, inflamación y enrojecimiento (no siempre) del pecho afectado, así como fiebre, escalofríos, malestar y dolor de cabeza. Si no se cura adecuadamente puede dar lugar a abscesos.


El tratamiento de la mastitis consiste en el amamantamiento frecuente y eficaz (se puede recurrir a un sacaleches si es necesario). Es importante el cuidado físico y descanso de estas madres y asegurar una correcta nutrición e hidratación. El alivio del dolor vuelve a ser crucial en esta patología mamaria: frío/calor e ibuprofeno si es necesario. En algunos casos específicos, puede ser necesario el tratamiento con antibióticos para curar la infección.


4. PERLAS DE LECHE


Las perlas de leche son pequeñas protuberancias que se forman en el pezón o la areola. Son el resultado de un bloqueo de un poro del pezón cubierto con una capa de piel. El dolor que refieren las madres en estos casos es de pinchazos.


Perla de leche

Aunque se suelen asociar con el color blanco de la leche materna obstruida en el poro, hay muchos tipos diferentes de perlas de leche y pueden ser de colores rojo, negro o, incluso, transparente.


Se recomienda continuar con la lactancia como hasta el momento y no aumentar su frecuencia ya que podría aumentar la inflamación, aunque sí que se recomienda comprobar que el agarre y la succión del bebé son adecuados.


Hasta hace poco tiempo, se recomendaba pinchar las perlas de leche, sin embargo, actualmente es una práctica que suele estar desaconsejada ya que puede aumentar la inflamación y dar lugar a una cicatrización que empeoraría la situación. Es necesario consultar a un profesional para valorar cada caso concreto.

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